martes, noviembre 08, 2005
A veces ni si quiera sé lo que realmente quiero, y el tiempo que tengo para pensarlo cada vez se hace más corto, aunque no hay prisa, pero pasa muy rápido a mi al rededor y muy lento en mi cabeza, al final la decisión se pierde en los sucesos y dejo de tomarla para que decida él. Quiza no sea el más sabio pero cuando él se equivoca, no hay pegas, cuando se equivoca otro se pierde intentando rectificar. Porque él no espera a nadie, y si se adelanta es difícil alcanzarle.. en fin la vida.
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