jueves, febrero 14, 2008
He vendido todos mis relojes
Hoy es un día estupendo y maravilloso, como tantos otros, he puesto a la venta todos mis relojes, y lo mejor es que la gente los compra. Bueno no sacaré mucho pero al menos me quito trastos de en medio.
Ayer tuve una maravillosa, estupenda, perfecta cena, en un japonés. Todo el mundo debería comer comida japonesa. Que bueno todo, que ambiente más acogedor. Muchas gracias por mimarme así, por hacerme sentir de una forma desinteresada, bella, y querida. Al final de verdad ha sido nuestra cena de enamoramiento.
Pasan cosas, no, todos los días, y esa bonita nube dorada, que daba la sensación de que todo era perfecto se ha evaporado, todo lo que estaba filtrado por su esponjoso aspecto, se ve ahora gris, con polvo, ya no es tan bonito. ¿Dónde estás nubecilla?
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