miércoles, febrero 18, 2009
Cada día más sorprendida
Me he levantado y he venido a trabajar, hasta ahí todo normal, he ido a ver a Mónica y a Rocky. Porque ya que he bajado hasta correos he aprovechado a saludar, y Mónica tenía nuevos chocolates, una caja de toblerones, de distintos sabores.
Mi jefe me ha dicho hoy muchas veces lo que tenía que hacer, porque está nervioso. Pero eso a mi me pone nerviosa, y entonces me dice que soy “pudenta”.
Ayer fui a bailar, y bailar es cada vez una actividad con mayor sorpresas, primero, que si llegas tarde (como yo) a la clase, no te enteras de si han cambiado un paso de la coreografía, y segundo que si no vives en el mismo pueblo (como yo) no sabes que el restaurante en el que vamos a bailar es un hotel.
>>> Breve interrupción para preparar un par de facturas, y que entre un hombrecillo cliente con un serrucho en la mano para pedirme unas llaves. Obviamente, se las he dado. <<<
La verdad, es que cada día me sorprendo más, lo que yo me imaginaba como algo sencillo, y “familiar” se está volviendo algo complicado, y que no alcanzo a ver, más que nada porque no llego a imaginarme que es lo que están preparando, bailamos nosotras, pagamos la cena, quien vaya también se pagará su cena, y además, cada día parece que mis compañeras se arreglan más, con trajes de bailarina, faldas de seda, transparencias. Bueno, seguro que estoy viéndolo todo demasiado grande.
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