Un miércoles, que hace de lunes, pero muy ligero, porque después de unos días de fiesta. Tampoco ha sido tan difícil venir a currar. La verdad es que estos días no he hecho nada exuberante, pero me lo he pasado bien.
Aquí son fiestas, pero a mi no me matan, no las vivo en absoluto, se podría decir que las esquivo. Así que no hago nada que tenga que ver con las fiestas locales.
Fui al médico con mi Tocaya, a Denia. Fue interesante, porque al final quedo como que íbamos de compras, ya que el sr. otorrinolaringólogo estaba de huelga. Tres meses más de espera para la consulta. Comimos muy bien, [gracias por la invitación, encantada de haber compartido ese ratito con vosotros] y luego de tiendas. Nos metimos en una que nos duro para rato, era un poco agobiante, porque hacía bastante calor, pero aguantamos estoicamente, porque la ropa era bastante chula. No me compre nada, pero mi Tocaya arrasó.
El martes fuimos a escalar. Ha sido genial, me dio miedo lo que era la bajada, y momentos en los que te sientes, como sin posibilidad de avanzar, no ves las cosas claras y no sabes como moverte. Pero me encanto, y no tengo nada de agujetas. A ver si subo alguna de esas fotos. Las llevaré a revelar esta tarde. Y tengo unas pendientes de recoger.
Mi Tocaya se ha ofrecido para que hagamos un bautizo de buceo, y porque no. Lo mismo hasta me gusta.
José nos vemos el día 20, si sonríe la suerte.
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