viernes, diciembre 15, 2006

Ayer, última clase.

Anoche cuando volvimos de la última “clase” de bonsái, empezaba a llover, y camino a casa de Mima casi acabamos empapadas, y al llegar, sorpresa, Mima estaba haciendo ganchillo. ¡¡Yo quiero!! Vale, primero acabare las bufandas, que tengo empezadas, el puzzle, y le haré el gorrito a mi Tocaya.

Mima, que es una persona muy creativa, ha decidido que fuma demasiado, y que mejor hace ganchillo, que le mantiene entretenida, y que como sabe hacerlo de memoria, no le hace falta fijar la vista.

Este sábado es la inauguración del local de los padres de mi Tocaya y María, en Alcira. Y creo que será divertido, a ver quienes se apuntan.

Le he enviado una postalita navideña a Sada. Y me gustaría mandarle una a Happy, pero se ha mudado hace poco y no tenemos su dirección. No. Ninguno de los dos.

Acabo de recordad que tengo que recoger unas copias de las fotos de la cena en Benidorm, en el Lizarrán, comimos muy bien, y de la cena en el Cambalache aún no tenemos fotos. De hecho, el camarero no quiso acercarse a la mesa después de que Víctor le dijese “tranquila”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que lo del ganchillo sorprende, pero es mamá, es sorprendente xD