jueves, febrero 15, 2007
Por la noche ya
Llego a casa, me quito una chaqueta negra y sucia, manchada de huellas de patas. Me siento frente a la pantalla, con ideas, ideas abruptas y desordenadas, que me llegan o que están ahí. Desordenadas a mi antojo u ordenadas al suyo, y a medida que escribo lo pienso de un modo distinto, Se pierden detalles, me viene otras ideas.
“Eres distinguida, porque eres diferente” “estás más guapa”… es extraño y muy amable, y entonces, mientras, en que pienso, en que a parte de tener derecho a tener una nueva oportunidad, a seguir, a intentarlo por lo menos, a conseguirlo como poco. Y porque no, porque es difícil, porque es duro…
Y te odio, pero ese es otro tema, porque no te odio, pero a veces si que te odio o quizá te odio a veces porque en realidad desearía odiarte. Porque nunca te he odiado, y tu indiferencia duele, y fingir que no me importa no es tan fácil.
En fin, que no era eso, que esto es prosa pura y no me dice nada. Que tengo ganas de escribir, pero tampoco se muy bien en que meterme. Que quiero contar las cosas ordenadamente, pero no me sale.
Y me voy a jugar a gaia… que esta morralla seudo sentimental me aberra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario