viernes, enero 26, 2007
Llueve y hace frío.
Hoy es un día estupendo y maravilloso. Llueve y hace un frío que pela, y esto lo convierte en un día digno e interesante. Me he levantado súper feliz con ganas de empezar el día, bueno, no exactamente, el despertador ha sonado y unos quince minutos después de lucha interna, y duras decisiones, he ido al baño a cumplir con mis obligaciones, ducharme, y además hoy me tocaba peinarme, no podía demorarlo más. Mónica me ha prestado un producto para que lo pruebe que dejará mi pelo brillante y sedoso. No está nada mal. Pero no me acaba el olor que tiene.
Manu no me ha dicho nada nuevo sobre Tuqui. Así que no sé cuando lo tendré. De todos modos ya sé que en su casa me quieren.
La conexión a Internet va mal. Siempre que hay lluvia va mal. No puedo conectarme…
Aún no sé nada de Tinqui, que muchacho más sensible, no se le puede decir nada. Bueno supongo que luego le escribiré un mensajillo o algo, lo que me recuerda que mi móvil debe estar sin batería.
Tampoco he visto a Dani está semana, no me dijo nada, pero la verdad es que no me apetece nada coger el bus, no me moleste demasiado en enterarme de su día libre.
He hablado con Álvaro, que emoción más grande. Después de tres días intentando ponernos en contacto con él. Ha llamado. Cosas así hacen la vida más bella. Algo parecido ha dicho mi jefe al saberlo. Increíble, esto es inaudito, ha vuelto a llamar. Ahora para hablar con mi amado jefe. Se respira la emoción en el aire. El resultado es que al final se me pondrán pesaditos. Si es que no hay término medio, o no da señales de vida o da demasiadas.
Sigo sin conexión, a las 10:36 de la mañana.
Y a las 12... por fin...
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