domingo, septiembre 10, 2006

¿duele?


Atada, amordazada, te digo lo que siento, estando aquí, sin poder reaccionar. Algo pasa, sí. Lo notamos los dos, y nadie dice nada, pero ya está. Todo solucionado. Realmente es fácil. Porque no dices nada antes, no hay razón para callarse. Pero siempre pasa así. Aunque no lo creamos, volvemos a caer en lo mismo, hay cosas que no se dicen por no herir y que al no salir a la luz hieren más. Y no nos damos cuenta y poco a poco te golpea por dentro.

Grita, suéltalo todo. Te sentirás mejor. Cuando todo acabe te sentirás libre, las cuerdas se habrán roto. No vuelvas a atarte, ya sabes que no hace falta. No es una competición a ver quien traga más, no es un reto.

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