Frío, frío, como agua del río, o caliente como agua de la fuente… Estoy triste.
Hace un par de días, me llamo un tal Fer, y no me quiso dar más datos de quien era, pero como soy muy lista, lo descubrí, es un chico que trajo el coche al taller. Lo que aún no sé es de dónde ha sacado mi número de teléfono.
María ha empezado a currar en el Don Dino, al lado de mi casa.
Tierra está malucha, tiene que tomar antibióticos y tortilla de perejil. La verdad es que se porta, y se las come, porque no tienen muy buen aspecto, todo verde y tal.
Este fin de semana viene el novio de Ruth a pasárselo en casa y conocer a la familia.
He empezado la bufanda piano de Nez, me está quedando chula. Al menos a mí me gusta. Espero acabarla pronto, aunque quizá ahora tenga más tiempo que nunca para tejer. Que llega el frío invierno.
Tengo mochilas de taller, me quedaré una, y le daré una a Ruth y otra a Judith.
Y no sé…
viernes, septiembre 15, 2006
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